Monumento de Manco Capac y Mama Ocllo en Puno

Historia de los incas

Los orígenes de los incas

La historia de los incas no deja lugar a dudas que la mayor parte de las ideas principales y las instituciones incorporadas dentro de su cultura fueron desarrollados a partir de una serie de anteriores civilizaciones americanas nativas en los Andes.

Según la leyenda, el pueblo, más tarde conocido como incas, comenzaron como un pequeño grupo de gente guerrera y vivían cerca del lago Titicaca en el sureste de Perú en algún momento antes del siglo XIII.

Según el mito Inca, el primer emperador inca, Manco Capac, y sus tres hermanos y cuatro hermanas salieron de unas cuevas ubicadas en la base de unas montañas. Alrededor del año 1200, Manco Capac llevó diez ayllus Inca, o clanes, desde el Lago Titicaca hacia el norte hasta el fértil valle del Cusco.

Los incas conquistaron a los pueblos de la zona y se hicieron  cargo de ellos y fundaron la ciudad de Cusco como su capital.

Manco Capac se casó con una de sus hermanas para establecer la línea de sangre real Inca. Él y emperadores posteriores aumentaron su poder a través de las alianzas matrimoniales y la conquista de los grupos vecinos. Durante el reinado de Viracocha Inca, el octavo emperador, los incas dominaron una zona que se extiende unos 40 km (aproximadamente 25 millas) alrededor de Cusco. 

Los incas expandieron y unificaron su territorio después de la conquista de los chancas, bajo el hijo de Viracocha, Pachacuti Inca Yupanqui dramáticamente. Pachacuti (cuyo nombre significa “terremoto” o “cataclismo”) reorganizó el sistema social y político Inca. Él y su hijo, Topa Inca Yupanqui, eran soldados brillantes y hombres de Estado que extendieron el imperio del norte de Ecuador hasta el centro de Chile. Bajo su liderazgo, los incas unidos los diversos pueblos indígenas a lo largo de 4800 kilometros (3.000 millas) de la costa en un vasto imperio con un lenguaje y una forma de vida común quechua.

Estos líderes han aportado la civilización Inca a su pico: Hicieron la capital del Cusco en el centro de la sociedad Inca y el gobierno, desarrollaron una religión estatal, y establecieron un sistema administrativo elaborado para controlar a sus súbditos y territorios ampliamente dispersos.

Desde aproximadamente 1450 a 1530, la costa occidental de América del Sur prosperó bajoel enorme imperio Inca. A su altura, se podía comparar a los Inca con la antigua sociedad romana. Los éxitos de los Inca (sus carreteras, su gobierno y su sistema de cuentas) les ayudaron a dominar una zona enorme de América del Sur. Construyeron caminos entre el reino de Ecuador hasta la frontera sur de Argentina y Chile, creando un extenso sistema de comunicación. 

La Creacion del Imperio

Al igual que muchas otras culturas, la historia de los Incas se basaba en una historia de la creación. El comienzo de los Inca empezó con el dios de creación, Tici Viracocha, quien salió del río Titicaca. La gente que habitaba los alrededores había ofendido al gran dios, así que él destruyó a los habitantes y los convirtió en piedra. Después de esto, Viracocha creó el sol, la luna y nuevas formas de vida humana para distribuir a diferentes sitios a lo largo de la costa occidental de América del Sur.

Algunas de estas nuevas formas de vida se dirigieron a Cuzco, más tarde conocida como la ciudad grandiosa de los Inca. Desde el río Titicaca, Manco Capac se dirigió hacia Cuzco por cuevas subterraneas. Finalmente, llegó con sus hermanos y todas sus esposas/hermanas a la cueva Pacariqtamba en el Valle de Cuzco. Después de derrotar a sus tres hermanos, los que se conviertieron en piedra después de la muerte, y después de llevarse a las esposas de los hermanos, Manco Capac se convirtió en el primer gobernador de los Inca. De él, descendieron todos los gobernadores de los Inca.

La leyenda de los hermanos Ayar

Esta leyenda, recogida en de la historia de los Incas, fue recogida entre otros, por el cronista Juan de Betanzos en 1550 aproximadamente y redactada en lenguaje moderno por el historiador Luis E. Valcárcel y publicada en 1984 en Historia del Perú antiguo a través de la fuente escrita.

De manera muy suscinta, la leyenda cuenta que de las cuevas de Pakarej Tampu salieron cuatro hermanos con sus respectivas mujeres: Ayar Manco y Mama Ojllo; Ayar Kachi y Mama Wako; Ayar Auka y Mama Kora; Ayar Uchu y Mama Rawa para conquistar otras tierras.

Al ver los hermanos que Ayar Kachi tenía tanto poder que con sólo la fuerza de su brazo y su honda derribaba montañas y abría valles, decidieron deshacerse de el y con engaños lo llevaron a la cueva de donde habían salido y ahí lo encerraron. Pero Ayar Kachi se les aparecería posteriormente en su camino, y no para vengarse, sino más bien para convertirse en el mensajero de los dioses e intercesor de sus hermanos en la forma de ser alado. En agradecimiento los hermanos veneraron desde entonces a Ayar Kachi, que posteriormente se había petrificado en el cerro Wanakauri, como idolo.

Wanakauri, santuario de Cusco
Wanakauri, santuario de Cusco

En su camino, bajo la orientación de Ayar kachi continuaron creando pueblos o combatiendo a algunos. En este peregrinar fue notable la ferocidad de la mujer de Ayar kachi.

La leyenda cuenta además que los hermanos habían traido o sembrado cada uno de ellos diferentes alimentos: el maiz, el ají, la papa y la sal.

Con el paso del tiempo mueren los hermanos. Primero Ayar Uchu se convirtió en idolo de piedra y luego de unos años Ayar Auka muere quedando sólo con vida Ayar Manco, quien sería recordado en la historia como el Inca Manco Capac que fundara el Cusco.

Valcárcel interpreta esta Leyenda en la historia de los incas como la abstracción y resumen de una época histórica. En su trabajo «El Cuzco de los incas», Raul Porras Barrenechea sistematiza esta interpretación y también el trabajo de otros autores. Pero la función de relato histórico de la Leyenda es para este caso poco relevante. Lo que queremos destacar de ella como ejemplo de expresión de la cosmovisión andina es que, como en muchas otras leyendas y mitos en la historia de los incas, el hombre andino tiene su origen en el fondo de la tierra. Los hermanos Ayar salieron de las cuevas de Tampu Tocco.

Leyenda de Manco Capac y Mama Ocllo en la historia de los incas

El sol, viendo el estado penoso de los hombres, creó una pareja: Manco Cápac, el varón, y Mama Ocllo, su esposa y hermana; les entregó un cetro de oro y les ordenó ir por el mundo para civilizar a los pobladores. Les encargó fundar un reino, e implantar en él el culto al Sol.

Monumento de Manco Capac y Mama Ocllo en Puno
Monumento de Manco Capac y Mama Ocllo en Puno

Manco Cápac y Mama Ocllo salieron de las espumas del lago Titicaca, y avanzaron hacia el norte. El cetro de oro les serviría para encontrar el lugar ideal para la fundación del imperio, pues en él se hundiría el bastón hasta desaparecer.

Decidieron separarse, marchando Manco Cápac al norte y Mama Ocllo al sur del valle, para convocar a la gente y someterla. Los habitantes de todo el valle no tardaron en reconocerlos como seres sobrenaturales.

Después de un largo recorrido, el cetro se hundió en el cerro Huanacauri. Manco Cápac y Mama Ocllo se establecieron allí. Manco Cápac mandó a los que estaban con él instalarse en la parte alta del valle, que se llamó Hanan Cuzco; y Mama Ocllo colocó a los suyos en la parte baja o Hurin Cuzco.

Ambos ayudaron a mejorar el lugar; enseñaron a los hombres que allí vivían a trabajar la tierra, a construir canales. A las mujeres Mama Ocllo les enseñó a coser, cocinar y hacer telares.

La caída del Imperio incaico

La derrota en Cajamarca no se debe únicamente al coraje de los españoles ni al miedo de los indígenas. Tampoco se puede atribuir a factores sobrenaturales mencionados por ambas partes: ni al milagro del apóstol Santiago ayudando a los españoles, ni a la profecía de Huayna Cápac sobre la caída del Imperio y la llegada de hombres blancos y barbudos. Aunque estas creencias influenciaron a ambos pueblos, no fueron las causas determinantes.

Las armas y los caballos de los españoles tampoco fueron el factor decisivo. Aunque los arcabuces y la caballería eran aterradores, la gran superioridad numérica de los indígenas y su rápida adaptación a los caballos compensaron la ventaja tecnológica española. Los indígenas evitaban las llanuras, combatían en terrenos difíciles y creaban trampas para los caballos. En la campaña de Benalcázar contra Rumiñahui, incluso decoraron las cabezas de caballos muertos con flores.

El Imperio Incaico ya estaba en proceso de descomposición. Su enorme tamaño territorial era un factor de disolución. La grandeza del Imperio dependía de líderes guerreros y conquistadores, como Pachacútec y Túpac Yupanqui, y de una casta militar sobria y virtuosa, los orejones. Con Huayna Cápac comenzó la decadencia. Aunque era un gran conquistador, su reinado mostró signos de corrupción. Las conquistas se volvían más difíciles, las rebeliones eran comunes y la casta de los orejones había perdido su vigor, dedicándose a placeres y diversiones.

Huayna Cápac fue un líder respetado, pero su indulgencia en placeres y la construcción de palacios en Tumibamba causaron resentimiento en Cuzco, contribuyendo a la disolución del Imperio. Tras su muerte, Huáscar, su sucesor, carecía del liderazgo necesario. La rivalidad entre Cuzco y Quito, fomentada por Huayna Cápac, llevó a la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa, desatando traiciones y crueldades que evidenciaron la descomposición interna del Imperio.

El sistema de trabajo colectivo y la igualdad en el reparto de tierras, pilares de la cohesión social incaica, fueron abandonados. Los nobles y curacas se convertían en terratenientes, rompiendo la unidad económica. La aristocracia militar se volvió parásita, exacerbando el descontento entre el pueblo. La llegada de los españoles encontró un Imperio ya debilitado por la división económica y política, con el odio entre cuzqueños y quiteños y el descontento del pueblo trabajando para una aristocracia cada vez más corrupta y decadente.