La arquitectura inca destacó por su magistral uso de la piedra, particularmente en la edificación de palacios, templos y fortalezas. Un claro ejemplo de ello es Machu Picchu.
Su pericia con la piedra la aplicaron también a sistemas de riego adecuados a la difícil orografía de los Andes. los inca “recortaban” las montañas creando terrazas y cambiaron el curso de ríos para alimentar canales que regaban las terrazas. Por ello el desarrollo de la agricultura fue extraordinario.
Antes de la construcción de cualquier edificio, palacio, templo, pueblo o ciudad; los quechuas tenían un proceso de planificación física que pretendió asegurar el éxito para el futuro. Indisputablemente el conocimiento no sólo era un producto de capacidad creativa de estos lugareños andinos sino fue como se indicó antes, la cultura peruana tiene una edad de 18 a 20 mil años a.C.
El estudioso peruano Víctor Angles comenta: «La fase inca es el más corto en el desarrollo de personas prehispánicas, es la última política caracterizada por una expansión militar rápida y poderosa que corona fases más tempranas de formación gradual de naciones de mucho tiempo».
Antes de ejecutar cualquier construcción los incas hicieron algunos bocetos, planes, modelos y maqueta y como sistemas de medida usaron balanzas basado principalmente en la antropometría (medidas con relación al cuerpo humano: brazos, codos, pies, pasos, palmos, etc.). Una demostración de este adelanto es la gran cantidad de maquetas encontrada en casi todos los museos arqueológicos en el país.
Templo de las Tres Ventanas: se ubica al este de la plaza principal (Machu Pichchu). Tiene planta rectangular. El nombre proviene de sus típicas ventanas trapezoidales.
En el mundo, ninguna otra civilización moderna podría alcanzar la técnica, habilidad y facilidad para tallar el material lítico como lo hicieron los quechuas en esta parte de la tierra.
Se reconocen a los incas entre algunos y otros aspectos, en su organización social equilibrada, dominio y manera peculiar de trabajar las piedras, su conocimiento avanzado, organizado y diseñando, y debido a su época y sin la intervención o influencia de otras culturas intercontinentales ellos desarrollaron una de las civilizaciones más avanzadas del planeta.
El labrado de la piedra de la arquitectura inca
Hay todavía hay algunas dudas sobre la manera de cómo las piedras cabían precisamente y estaban saludables. Esas dudas son basadas por la falta de crónicas y detalles de archivos antiguos sobre esas técnicas.
Existen algunas hipótesis ideadas dentro de las posibilidades lógicas: el más factible indica que el trabajo era muy lento pero eficaz y las paredes normales fueron empezadas con cuidado y por la parte más baja la fila superior siguiente era más compleja porque las piedras tenían que encajar lateralmente con las junturas mas bajas este caso se demuestra prácticamente por todas partes del Cusco que se tallaron caras superiores golpeándolos despacio con los martillos de la piedra según la forma de la superficie inferior.
El trabajo era relativamente simple al manipular las piedras pequeñas, porque se podían ponerse o podrían sacarse muchas veces; pero el problema era levantarlas de los cantos por que pesaban cientos de toneladas. La realidad sugiere que los quechuas pudieron usar modelos naturales o maquetas hechos con materiales ligeros y quizás la arcilla. Se suponía que esos modelos eran reproducidos exactamente; ciertamente, el uso de este método ayudó hacer más fácil los trabajos enormemes.
Otra opinión respetada es que ellos pudieron usar una cierta técnica actual que consistió en tomar la medida y la forma de las piedras deseadas (en el museo arqueológico del Cusco hay una cinta de plata muy larga), así ellos hicieron posible un trabajo muy complejo. Muchas de las piedras grandes que son parte de paredes incas casi siempre tienen 2 entalladuras en la parte más baja de sus caras.
En la calle Hatun rumiyoc (Cusco) se puede apreciar un antiguo muro inca, que fue parte del palacio de Inca Roca. Este muro es una muestra admirable del trabajo inca en pulir y colocar cada piedra. En esta estructura destaca la llamada “Piedra de los Doce Ángulos”, famosa por el perfecto trabajo y ensamblaje de sus esquinas, perfecto ejemplo de la arquitectura inca.
En algunos se ve en Saqsaywaman esas entalladuras sirvieron por facilitar el transporte, levantamiento, y manipulación de las piedras durante el proceso de la edificación. Muchos de estos moldeados están en paredes acabadas, pero debido a alguna razón desconocida ciertas piedras son guardadas todavía.
En algunos casos excepcionales se aprecia en el Qorikancha del Cusco dónde la cara interior de la pared es semi-redonda conocido como “tambor solar” muestra un moldeado raro que rodea el nicho trapezoidal; es evidente que no se usaron por manipular los bloques pero tenían algún deber religioso o el significado ideo-gráfico que están perdidos.
Entre los materiales usados en las paredes incas está el adobe (ladrillo de barro). Muchos edificios e incluso las ciudades enteras en el Tawantinsuyo eran hechos con este material; ése es el caso de Pachacamaq que está de pie al sur de Lima. Para hacer “adobes” preferentemente se escogía tierra de buena calidad, arcillosa esta era mezclada con el ichu, y en ciertos casos con lana de alpaca. Todos estos materiales estaban mezclados con agua, y puestos en moldes rectangulares y secados al sol.
Los edificios del adobe aun son preferidos en los andes porque son fáciles de conseguir y así tener propiedades termales son durables y cubiertas con paja o tejas.
Los templos y palacios de la ciudad del Cusco eran edificaciones de un solo piso, cubiertas con techos de paja a dos aguas o circulares con una inclinación muy acentuada para facilitar el escurrimiento de las aguas de lluvia.
La singularidad de la arquitectura inca era la calidad del pulido de la piedra y el ensamblaje perfecto de un bloque con otro. En una cultura que no conocía el hierro, esto se lograba gracias a un extraordinario conocimiento del material y a las diestra utilización de herramientas sencillas, como piedras más duras, tales como las cuarcitas y otras.
Con todo, se piensa que la construcción de las obras más representativas de la arquitectura inca debió demandar ingentes cantidades de mano de obra, lo cual sólo era dable en una sociedad con un altísimo grado de organización.
Visualmente, el Cusco sagrado destacaba por la sobriedad de sus muros y su característico talud que los hacía más resistentes a los sismos, frecuentes en la zona. Estos muros, sin embargo, construidos las más de las veces con andesita y diorita, no siempre presentaban el mismo tipo de aparejo. El rectangular grande lo encontramos en el Coricancha y el Acllahuasi (actual calle Loreto), y el rectangular pequeño, en el Cusicancha (actual Plazoleta de Santo Domingo, frente al Coricancha). Ambos tipos de aparejo son conocidos también como almohadillado. El irregular geométrico grande, en cambio, es el que apreciamos en la calle Hatun Rumiyoc.
Ensamblado de las piedras
Un sello de la arquitectura inca que denota el nivel de conocimiento de esta cultura peruana. Las piedras usadas en sus edificaciones encajan exactamente unas con otras. No hay dos piedras iguales; cada una fue tallada para ocupar un determinado lugar, con ángulos caprichosos y protuberancias meticulosamente labradas que encajan unas con otras, como si se tratara de las piezas de un rompecabezas.
En la construcción no se empleó argamasa; sin embargo, la unión entre dos piedras es tan perfecta que no se puede introducir ni la hoja de un cuchillo.
Almohadillado
El peculiar estilo inca de dar forma y volúmen a la piedra es único, sobre todo si observamos los interesantes patrones de composición utilizados. Los estudiosos han llamado “almohadillado” al estilo protuberante de la masa petrea que a partir de sus límites o bordes crece hacia dentro, como si el peso del muro comprimiera a la piedra.
Muros inclinados
Normalmente, las paredes incas están apoyadas y tienen una ligera de inclinación. No hay una regla general o medida para esa inclinación y su deber principal era investigar algún equilibrio entre las paredes que los apoyan.
Normalmente las piedras de la base son más grandes o tienen más volumen que el superior.
Formas trapezoidales
Además, las paredes incas son frecuentemente más anchas en la base que en la parte superior. Es más, la forma clásica de arquitectura inca es el trapezoidal que le da una estabilidad y sensación de equilibrio.
Es innegable que la inmortalidad fue investigada; la manera de cómo hacer los edificios sísmicos eternos e indestructible por cualquier catástrofe natural. Sólo hombres, deslumbrados por las ideologías fanáticas podría destruirlos parcialmente.
Los techos
Construyendo sus techos con técnicas muy calificadas. Eran techos generalmente con vigas de madera y cubiertas con paja o ichu (césped salvaje local) que necesitaban un mantenimiento frecuente renovándose cada tres o cuatro años.
Según la forma de su techado, los tejados pueden ser clasificados en: de una sola cuesta; de dos cuestas; de cuatro cuestas y los cónicos.
Simplemente imagine cómo de impresionante son las estructuras de algunos edificios grandes, como el Templo de Wiraqocha en Raqchi que tenía un Kallanka (edificio rectangular al que se le referencia como granero en algunas crónicas) con un tejado a dos aguas de 92 x 25,25 metros cubriendo una área de 2.323 m².
Tipos de pared en la arquitectura inca
Existieron diversos tipos de paredes en el incanato y resumidos estos en cinco modelos básicos:
Estilo rústico
Se denomina estilo rústico o pirka por el acomodamiento sin mucho cuidado de piedras pásperas tallados. Los espacios vacíos se rellenaban con piedras pequeñas y abundante barro.
Este tipo se usó para la construcción de terrazas, almacenes y casas para la gente común.
Estilo celular
Tiene un aspecto similar a la estructura de un panal de miel hecho con las calizas poligonales pequeñas.
Se encuentran ejemplos de este tipo en Qolqanpata, Chinchero, Tarawasi, etc.
Estilo engastado
Hecho con piedras ígneas.
Los ejemplos de este tipo son el Templo Principal en Ollantaytambo, el templo de las Tres Ventanas en Machupicchu, Hatun Rumiyoq en Cusco, etc.
Estilo imperial
Consiste básicamente en piedras medianas de altura regular en filas horizontales que dan la impresión de ser totalmente rectangular. Formando junturas pulidas y perfectas “donde es imposible resbalar una hoja del afeitar o incluso una hoja del papel “. Excepto una pantalla de la arcilla muy delgada como un sealant que parece haber sido puesto en licuado o estado líquido para habilitar la mudanza y manipulación de las piedras.
Estilo ciclópeo
También conocido como Megalítico, se caracteriza por contener enormes cantos rodados que en algunos casos pueden alcanzar 8,5 m de alto como los que se ven en Saqsaywaman o los que salen del Templo Principal en Ollantaytambo.
En otros casos, la cara interior de la pared es semi-circular, conocida como “tambor solar”. Muestra un raro moldeado que rodea el nicho trapezoidal, aunque esta forma aparentemente no fue útil para manipular los bloques, aunque debe haber tenido algún significado religioso o ideográfico que nos son desconocidos.
Entalladuras
Muchas de las piedras grandes que son parte de paredes incas casi siempre tienen 2 entalladuras en la parte más baja de sus caras. Esas entalladuras sirvieron por facilitar el transporte, levantamiento y manipulación de las piedras durante el proceso de la edificación.
Muchos de estos moldeados están en paredes acabadas, pero debido a alguna razón desconocida ciertas piedras son guardadas todavía.